Debajo de esa aparente fragilidad, se esconde un torrente de creatividad y perfeccionismo que da lugar a un trabajo exquisito. Una interesante combinación de diferentes disciplinas como la fotografía, la arquitectura, la moda y el arte.
No se nos ocurre mejor lugar que el Recinto Modernista de Sant Pau, en Barcelona, para charlar un rato con Anna Ponsa, arquitecta e influencer con una gran creatividad transversal.
Tu blogMissNobody tiene un largo recorrido (desde 2010). ¿Tiene ese nombre por alguna razón en especial?
Cogí ese nombre al azar, ni siquiera recuerdo por qué. En aquel entonces, yo leía blogs a nivel internacional y ninguno tenía el nombre de la persona que lo escribía. Desde hace tiempo intento vincularlo todo a mi nombre: mi cuenta de Instagram, mi página web... Quiero apostar por mi marca personal: Anna Ponsa. Ten en cuenta que cuando yo empecé lo hice como un hobby con lo cual nunca pensaba que se podía convertir en una profesión.
¿Cómo es Anna Ponsa?
Me considero muy cercana a las personas que quiero, responsable, trabajadora y perfeccionista. Aunque desde fuera el mundo de las redes sociales parezca fácil, para mí es mi trabajo y le tengo muchísimo respeto. Esta faceta la tengo con todo. Con mis amigos soy muy divertida pero sí que es verdad que a veces me cuesta coger confianza y soy un poco tímida, pero enseguida me suelto. Además, en esta profesión siempre estás viajando y conociendo a gente así que no te queda otra.
¿Cómo es Anna Ponsa cuando llega a casa después de un duro día de trabajo?
Mi casa tiene que ser un sitio en el que me sienta súper cómoda. A parte he estudiado arquitectura con lo cual la importancia del espacio donde vivo es vital, al igual que la decoración. Soy muy de rutinas: lo primero que hago cuando llego a casa es ponerme cómoda. Tengo una habitación que utilizo como trastero para colocar ahí esas cosas como pueden ser cajas que pueden producir contaminación visual, como yo lo llamo. Me gusta estar en un espacio acogedor, cuidado y pensado con mucho mimo. [caption id="attachment_4378" align="aligncenter" width="1024"] Loewe by Cup of Couple[/caption]
Dior, Loewe, Mercedes, H&M, ISL…has colaborado con marcas de gran renombre. ¿Cómo has llegado hasta ahí?
A fuego lento. En las redes sociales hay gente que triunfa de la noche a la mañana, pero en mi caso no fue así. Yo he tenido una evolución muy gradual. Con Dior empecé a trabajar desde el principio y una vez empiezas con una marca de lujo esto es un reclamo para otras. También porque la mayoría de mis seguidores tienen más o menos mi edad, o incluso un poco más. Al no ser adolescentes todo es un poco más relajado. Estoy muy contenta de trabajar con esas marcas, y de hecho al principio de año me marco un propósito: saber con qué marcas me siento cómoda y quiero trabajar. Soy muy reacia a subir cualquier cosa simplemente porque sí. Eso es lo que te da personalidad.
¿Qué o quién te inspira para realizar tus proyectos?
Todo. En arquitectura, me inspiran los grandes maestros del S.XX, desde Le Corbesier, Adolf Loos, Alvar Aalto… hasta los postmodernos Aldo Rossi, Carlo Scarpa, Bofill… Me inspiran desde sus trabajos arquitectónicos como los de vivienda. También me inspira la música, el mundo gráfico que me ha introducido mi pareja, el arte, la moda…
Si tuvieras que elegir una de estas disciplinas que tanto te apasionan. ¿cuál sería?
Es difícil. Por vocación arquitectura. Pero es muy complicado porque creo mucho en la transversalidad. Creo que todo nos conforma como somos.
La verdad que has sabido combinarlas muy bien. ¿Crees que esa ha sido la clave tu éxito en redes?
Sí porque al final la gracia está en crear un contenido con el que la gente te identifique, aunque yo misma no salga en la imagen. Y si salgo, que tenga algo especial: el edificio, la moda, la localización… Yo noto que cada vez más hay gente joven con inquietudes y me gusta mucho. Creo que es un reflejo de lo que va a ser el futuro, un mundo muy transversal en el que hay que estar formado desde muchas disciplinas diferentes.
Se nota que detrás de cada fotografía hay mucho esfuerzo y transmites tu estilo, que es muy personal. ¿Cuál es el proceso de creación? ¿Sigues algún ritual o es más bien espontáneo?
De espontáneo tiene poco (risas). El ponerme delante de la cámara no me cuesta nada y es muy natural. Podríamos decir que el momento de la foto es el más espontáneo, pero el momento previo es un ritual de mirar que hay que enfatizar de la foto, buscar el resto del outfit o accesorios para el bodegón, pensar un concepto, decidir si salgo yo o no, la localización, los materiales….
¿Qué debe tener un lugar o un espacio para que te enamores de él?
Puede tener muchas cosas. Para mí la luz es fundamental: amo la luz difusa, más que las directa. La luz me llama mucho la atención, los colores y la arquitectura, obviamente. A veces es simplemente el cómo te sientas en ese espacio, ves que está cuidado y que tiene algo especial o algún detalle.
¿Cómo definirías tu estilo?
Tengo un estilo propio no muy extremado, pero bastante constante en el tiempo. Soy una persona a la que le gustan mucho los shorts, incluso en invierno, los minivestidos, estilo años 60… Eso lo voy adaptando a las tendencias porque estamos tan influenciados y recibimos tanta cantidad de imágenes al día que es difícil no sentirte atraído por ellas. Considero que dentro de todo tengo un estilo personal e intento adaptarlo con lo que yo me siento cómoda, con prendas no muy ajustadas.
Este estilo, ¿consideras que también lo adaptas a tu casa?
En casa tengo un estilo que comparto con mi pareja, todo tiene un porqué. Nos gusta mucho el diseño de producto, somos grandes amantes de objetos que tengan historia, ya sea porque lo hemos comprado en un viaje, porque es un libro de edición limitada, porque es una pieza de decoración que nos gusta… Para mí es muy importante que cada objeto de mi casa tenga un recuerdo asociado a él.