La Mandanga, entre lo absurdo y lo irónico

Detrás de La Mandanga encontramos a Noemí Rebull, ilustradora de arte poligonero, tal y como ella lo define. Su humor roza lo absurdo, pero nada más lejos de la realidad. Ingeniosos e irónicos juegos de palabras acompañados de sencillas ilustraciones toman como referencia iconos populares, celebridades y elementos del día a día. Una explosiva mezcla que da como resultado un estilo único que, seguro, te dibujará más de una sonrisa.

Aseguras que “La Mandanga” no tiene nada que ver con el famoso hit del “Fary”. ¿A qué se debe entonces?

En absoluto. Aunque me inspira mucho la cultura pop castiza asociada al Fary, Camela y La Pantoja. El nombre surgió de la nada, cuando buscaba un concepto genérico que encajara con lo que hago. Sí, no era mi mejor día.

¿Ilustradora se nace o se hace?

Se hace. Poco a poco he ido definiendo mi estilo y mi trazo. No soy la misma ilustradora de hace 5 años. Cada vez tengo más recursos y referencias. Si tienes algo para comunicar, no hay excusa. Un garabato puede comunicar mucho.

Háblanos de la inspiración, ¿la buscas o te encuentra?

Un poco de todo. Cuando tengo un encargo concreto, la busco. Pero soy muy observadora y, además, tengo un imán para lo bizarro y las situaciones freaks, que me proporcionan mucho material. Como aquél día que me dejaron enviándome un queso por mensajero. O el día que una señora le pidió a una amiga si le podía abrochar el sujetador, en plena calle.

En tu espacio de trabajo no puede faltar…

Café, música y mucho desorden.

¿Cuáles han sido tus influencias y tus referentes?

En conceptualización, me inspira Jean Jullien. En trazo, David Shrigley. En discurso feminista, Flavita Banana o Monstruo Espagueti. En macarrismo, Joan Cornellà. Y en formas y color, David Méndez Alonso o Cocolia. La lista es tan larga...

¿Cómo definirías tu humor y tus dibujos?

Yo lo llamo ARTE POLIGONERO.

¿Sufres más de auto censura o censura?

Por suerte, y extrañamente, nunca me han censurado. ¡Y autocensura, jamás! Dibujo y publico lo que me da la gana sin plantearme si disgustará a alguien. Y aunque de vez en cuando aparece algún hater, no noto rechazo.

¿Las redes sociales, y en especial Instagram, te han ayudado a llegar donde estás?

Las redes sociales han multiplicado la visibilidad de mi trabajo. Y, aunque les tengo cierto amor-odio, ahora mismo las veo necesarias e imprescindibles para mostrar mis nuevos proyectos y hacer llegar mi trabajo al mundo. Pero me da pena que muchas cosas se midan por los followers y los likes, porque lo que queda fuera, parece no existir.

¿A qué dos personajes de los que has ilustrado te llevarías de copas?

Sin duda, a Alfter y a Ylenia. Y para una sobremesa, a Sofia Copula y Solange de Cabras.

Ropa, bolsas, libros… ¿qué será lo próximo?

Estoy preparando una nueva publicación con Ediciones Hidroavión y presentaré un reallity show de citas de Tinder, a lo Carlos Sobera... ¿Te imaginas?

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