Con la llegada del buen tiempo apetece abrir las ventanas para que la primavera entre en casa. Es el momento del spring cleaning: reorganizar, limpiar y dar un aire más fresco a cada habitación. ¿Las razones? Crear ambientes más sanos y ordenados y, además, ganar espacio. Lee y verás.

Pongámoslo en contexto

Nuestras casas y nuestro estilo de vida han cambiado mucho en los últimos tiempos. Para entender el concepto de spring cleaning (limpieza de primavera) hay que remontarse a cuando las casas no estaban dotadas de calefacción. Los fríos inviernos se contrarrestaban con chimeneas y se dedicaba mucho esfuerzo a prevenir la pérdida de calor. Las ventanas no se abrían hasta una vez pasado el invierno. Y eso, no sucedía hasta primavera.

De ahí que a la llegada de esta estación las casas sufrieran una transformación: se abrían puertas y ventanas para limpiar y refrescar el ambiente, se cambiaba la ropa de hogar por otra más fresca y se hacía una limpieza a fondo de todos y cada uno de los rincones de la vivienda. Y ahora, por mucho que todo haya cambiado, la tradición se mantiene. Aunque con algunas variaciones...

¡Bendita primavera!

Como decíamos, los hábitos ya no son los que eran. La forma en que damos la bienvenida a la primavera en casa, por suerte, también es distinta. Ahora, además de airear, limpiar y cambiar los textiles por otros más ligeros, se aprovecha para adaptar la decoración a esta estación que trae consigo color y alegría. Se destierran los colores oscuros para dar paso al sosiego de los neutros, que se combinan con colores como el verde, el azul índigo o los turquesas. Juntos, que no revueltos, crean una composición armónica y de lo más primaveral que se complementa con flores frescas.

Actualizando el spring cleaning

Spring cleaning no trata solo de limpiar, también tiene mucho que ver con el orden. Es el momento perfecto para reorganizar la casa. A estas alturas ya sabrás que una casa ordenada nos ayuda a concentrarnos, a desconectar e incluso a dormir mejor. El primer paso es cambiar o renovar sábanas, plaids, colchas, alfombras, cortinas y demás telas gruesas para combatir el frío por otras más ligeras y frescas.

Porque si haces un cambio de armario en esta época para vaciarlo de jerseys y abrigos y vestirlo de vivos colores, también tienes que hacerlo con tu casa. Y luego, una vez hecho el cambio, toca lavarlo y guardarlo todo.  Y las telas gruesas ocupan espacio, y mucho. De ahí la importancia de guardarlo todo enrollado y sacando al máximo el aire para que ocupe lo mínimo. Te recomendamos guardarlo en sitios cerrados como armarios y dejarlo en estantes de difícil acceso. Piensa que son cosas que no vas a volver a utilizar hasta el próximo invierno.

Todo en su sitio

Aprovechando que hay que guardar unas cosas por otras, el spring cleaning es el momento perfecto para replantearse el orden. Los atracones no son buenos, por lo que es preferible hacerlo poco a poco. Somos muchos los que cuando nos planteamos reorganizar la casa pensamos en hacerlo por estancia. Pero lo preferible es hacerlo por tipología de producto.

¿Cómo? Muy fácil. Si quieres ordenar toda tu ropa de invierno, primero agrupa todos tus jerséis. Una vez todos juntos, descarta los que sabes que no te vas a poner o los que no te gusten. Los que queden serán tus elegidos y tendrás que buscarles un lugar en el que guardarlos. Una vez hecho, ya puedes empezar, por ejemplo, por los abrigos. Tan importante es desechar como ordenar, o por lo menos eso cuenta la experta japonesa del orden Marie Kondo.

9 de Julio de 2020 a las 09:36