Este candelabro de mármol se distingue por su presencia elegante y la singularidad de sus vetas. Su superficie pulida refleja la luz con sutileza, aportando un brillo suave que realza la sofisticación del entorno.
El peso del mármol garantiza estabilidad y seguridad al colocar la vela, mientras que sus líneas simples y proporciones equilibradas lo convierten en un objeto atemporal, pensado para adaptarse tanto a ambientes clásicos como contemporáneos.