Unas oficinas de diseño
A muchos nos pasa. Nos encanta llenar de verde nuestra casa pero nos falta tiempo para cuidar de ellas. A partir de ahora, vete tranquilo de vacaciones sin pedir al vecino que las riegue por ti gracias a las macetas de autorriego. ¿Quién necesita jardinero? Tú ya no.
Qué son las macetas de autorriego
Estas macetas tienen un recipiente con un sistema de reserva de agua que funciona con un depósito conectado a un tubo que absorbe la que las plantas necesitan. Así puedes cumplir con tu día a día y aprovechar al máximo de tu momento de desconexión con tus plantas. Despreocúpate y disfrútalas.
Cómo funcionan las macetas de autorriego
El sistema de las macetas de autorriego es muy sencillo, tan solo tienes que rellenar el tubo con el sustrato dejando siempre un espacio para las raíces. Después de colocar la planta, rellenas el depósito de agua sin sobrepasar el tope. ¡Y listos! Ahora la planta tiene el agua suficiente para varias semanas o incluso un mes.
Verás que en la maceta viene acoplado una cuerda de absorción para mantener hidratada la planta de forma continua. También un marcador para comprobar el nivel de agua en cada momento. Tenlos en cuenta para evitar que la planta se seque o se ahogue. Rellena el depósito cada vez que sea necesario y sobre todo sé observador. La humedad de la tierra y el color de las hojas son los mejores indicadores para saber lo que la planta necesita.
Este sistema, además de ser el mejor para tus plantas, es el más ecológico, ya que sustituye a regaderas y mangueras, con las que se desperdicia gran cantidad de agua. Ya ves, tus macetas también pueden ser las mejores aliadas para el planeta y, de paso, para tu bolsillo.
Qué maceta de autorriego elegir
Antes de escoger una maceta de autorriego debes de tener en cuenta tres puntos según el tipo de planta que le vayas a poner:
- Tamaño de la planta: Si has comprado una planta alta, lo más lógico es coger una maceta grande para dejar que las raíces puedan moverse libremente y que la planta siga creciendo.
- Material: Hay de plástico, madera, barro… pero sin duda, nosotros te recomendamos un macetero de terracota. Es un material en plena tendencia que le da un toque natural a cualquier estancia, sobre todo exteriores ya que se fusiona con el entorno. Además de ser poroso, por lo que absorbe el exceso de agua que la planta no necesita, es resistente a la intemperie durante todo el año.
- Ubicación: Es importante saber antes de nada qué necesita nuestra planta. Si es de exterior o interior, si necesita mucha o poca luz y la cantidad de agua que necesita. En el caso de plantas de interior, procura que la maceta venga con plato para mantener seco y limpio el suelo de la estancia. Para las plantas de exterior, lo mejor es una maceta con drenaje, para que expulse el exceso de agua.