Probablemente recordarás que hace mucho tiempo se puso de moda un anillo que en cuánto te lo ponías, cambiaba de color. Se decía que dependiendo del color que adquiría, tenías un estado de ánimo u otro. Aunque podamos dudar de la sofisticación y tecnología de ese anillo, ¿sabías que ciertamente los colores inciden en tu energía y estado de ánimo? ¿Te has planteado alguna vez decorar en base a la psicología del color?

Aunque no está científicamente probado, bien es cierto que el 80% de la información que le llega a nuestro cerebro proviene de la vista.  Esa información provoca una reacción emocional en nosotros, ya sea positiva o negativa. Así que hay que tener muy en cuenta qué colores vamos a escoger para decorar nuestro hogar dulce hogar.

Cada color puede evocar emociones tanto positivas como negativas.

Cada habitación se utiliza para una función en concreto. Entonces, lo más lógico sería decorar la estancia del color que más te vaya a ayudar a llevar a cabo dicha función. El objetivo es saber encontrar el equilibrio emocional y la paz interior. ¿Qué bien suena verdad?

Sigue leyendo y te descubriremos qué atributos tiene asociado cada color. Hay que decir que dependiendo de la cultura el significado puede variar. Nosotros nos centraremos en la occidental.

Los colores y sus significados

  • Rojo: cuántas veces habrás escuchado “rojo pasión”. Y es que este color denota ímpetu y atrevimiento pero también sexualidad e intimidad. Según la cromoterapia, aumenta el pulso y/o el ritmo cardíaco.
  • Rosa: ideal para habitaciones infantiles ya que se asocia con diversión, ternura, positivismo y feminidad.
  • Naranja: color muy recomendado para salas de estar o el comedor ya que estimula las relaciones sociales. Además, se dice que aumenta el optimismo, la seguridad y la confianza en uno mismo. Muy acertado para crear ambientes cálidos y acogedores.
  • Amarillo: si quieres un espacio para el pensamiento o el estudio, este es tu color. Sabiduría, inteligencia, rapidez mental, creatividad son algunas de las características que se le atribuyen. Aunque ándate con ojo ya que una sobrecarga del mismo también puede inspirar efectos emocionales adversos.
  • Verde: si necesitas un ambiente dónde calmarte, el verde tiene propiedades sedantes. También conocido por ser el color de la esperanza, la estabilidad y la serenidad. Muy óptimo para despachos dónde se necesita tener la cabeza despejada para trabajar mejor.
  • Azul: acertarás si lo escoges para el baño, lugar dónde vives tus momentos de relax. Otras atribuciones son la serenidad, la confianza, la calma y la tranquilidad. Siempre es mejor combinarlo con colores cálidos para conseguir un equilibrio ya que una sobre exposición puede detonar tristeza, melancolía, depresión o fatiga.
  • Negro: automáticamente lo asociamos con dolor, desesperación, tristeza, melancolía, infelicidad, irritabilidad y lo oculto. Pero también tiene propiedades positivas como la elegancia, la seguridad y la sobriedad.
  • Blanco: paz, pureza, amor puro, inocencia… Éste va a ser el comodín perfecto si no puedes decantarte por ninguno de los anteriores.

Ahora es tu turno. Tienes a tu abasto mil combinaciones posibles con la finalidad de conseguir un espacio excelente para vivir tus #homemoments.

9 de Julio de 2020 a las 09:23